01 noviembre, 2009
Carlos Morales, embajador canario, nos cuenta su experiencia en Islandia
Desde que llegué de Islandia he estado leyendo las noticias que saltan de varios medios de las islas y la verdad es que me siento un poco decepcionado.
Comprendo que la masa comentadora del Canarias 7, esa especie autóctona del archipiélago, nos ponga a parir pero señores esa gente pondría a parir hasta el horario de las farmacias de guardia si la web tuviera comentarios abiertos para ellos.
Por otro lado desde que nos fuimos sólo se han escuchado críticas a esta propuesta por todos los medios y no es que quiera justificar a promotur o a la agencia implicada en esta campaña pero aquí os dejo "mi verdad".
Esta historia empieza hace un par de semanas cuando tomé un avión a Gran Canaria para hacer un casting donde la emoción, los nervios y la ilusión rebosaba.
No estábamos allí para ser triunfitos o para bailar, realmente no sabíamos para que estamos pero allí estuvimos durante horas sin saber que algunas de esas caras formarían parte de nuestra vida para siempre.
Días después volaba de vuelta a Gran Canaria y me encontraba con lo que en ese momento eran nueva y nueve extraños vestidos de naranja que en cuestión de días se convirtieron en mi nueva familia.
Desde antes de llegar se palpaba el buen rollo del grupo que en cuestión de horas había pasado a ser una panda de desconocidos (salvo excepciones) a una piña unida para ir a un país desconocido.
Y allí estábamos en Reykajvik para llevar a cabo este reto durante cinco días yendo de puerta en puerta y parando en la calle a todo el mundo para compartir nuestra fortuna.
Desde la universidad al centro comercial, desde el Austur hasta la catedral y donde hiciera falta.
Pero más allá de la experiencia mediática que ha supuesto la expedición (de la que se habla a diario en este blog) me gustaría destacar la experiencia humana que ha supuesto para todos este viaje que nos ha hecho ver que en tiempos con los que pasamos la unión hace la fuerza y que posiblemente de esta piña que somos los cien embajadores salgan proyectos de todo tipo desde profesionales hasta matrimoniales.
Un saludo,
Carlos Morales
www.tremendoviaje.com
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Me ha encantado tu post Carlos.
ResponderEliminarTodos aquellos que fuimos al viaje y que leamos esta entrada, nos sentiremos no solo identificados con lo que comentas, sino que sabemos apreciar todos los matices que de las palabras pueden desprenderse: esfuerzo, empeño, entrega y sobre todo dedicación por una causa común... Canarias.
Todos los canarios que han criticado la experiencia No winter Blues Islandia, deberían ir un poco más allá de las cifras económicas, y darse cuenta de que como primer paso, 100 canarios de las 7 islas nos unimos como una gran familia... no debería esto hacernos sentir orgullosos? salpicar un poquito la actualidad informativa con unidad del archipiélago y enterrar un poquito los piques insulares de los que todos estamos tan cansados?
Por último resaltar que lo que la marea naranja fue a llevar a ese país tan desconocido para todos, fue el orgullo no solo de nuestra identidad propia, sino el orgullo de quien se sabe afortunado por la riqueza que posee su tierra ( Las Islas Canarias) y que desea que todo el mundo conozca y disfrute :)
Es increíble leer algo escrito por otra persona y sentirte completamente identificado. Pero más increíble es que 100 personas se sientan identificadas con los mismos sentimientos. Todos hemos realizado esta misión con todas nuestras ganas. y creo que se ha notado lo orgullosos que nos sentimos al hablar de nuestras islas porque realmente pensábamos cada cosa que contábamos de ellas.Cada uno de nosotros es un pedacito de cada una de nuestras islas. Y como ya he dicho en anteriores comentarios el tiempo callará esas bocas que hoy critican esta campaña.
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